Nunca pensé que mi visita al archivo, el que contiene la historia completa de la familia de mi marido, me diera tantas e importantes noticias; las que me han atado, y subyugando obligándome a acudir a visitarle diariamente.

No me resulta un trabajo cómodo y fácil. Digo esto con conocimiento, ya que no creo que haya  archivos españoles que yo no haya visitado.

  La ordenación de este archivo me descompone. Analizando la sección de “Administración” me encuentro nada menos que el Testamento de la Duquesa de Medinaceli, esposa del II Duque Don Juan de la Cerda. Es todo una novela. Aclara lo que su marido le había encargado decir y cómo debía comportarse, con    un hijo que tuvo fuera del matrimonio.


                            

                          

No queda aquí mi sorpresa; en la misma sección encuentro testamentos, Obras Pías, partidas sacramentales, defunciones y muchas más cosas que, evidentemente no tendrían que estar en esta sección y donde jamás se me  hubiera ocurrido buscarlas.

Mi sorpresa no quedaría ahí analizando lo que leía sobre los Viana, sino como se iban desarrollándose sus múltiples asuntos.Cuando D. José Saavedra recibió la herencia de su tía política, Doña Carmen Pérez de Barradas, Marquesa que fue de Villaseca luego de Viana, habiendo fallecido esta Sra. el Marqués de Viana debió necesitar hablar con  el que tenía que ser el heredero, Don Fernando Cabrera Fernández de Córdoba. Algo le debió de pedir cuando el Marqués de Viana le facilitó un piso y dinero, aunque no le contestaba a sus cartas y sí lo hacía su administrador. Para distraerlo, lo mandó a Italia, Suiza, Alemania, Bélgica, Francia e Inglaterra. Pienso que quería tenerlo mientras más lejos mejor.

                               

Ya había conseguido el marqués de Viana entrar en el pleito histórico de Belmonte y, temiendo que ocurriera algo, vendió 4 fincas en 1.905 y 1.906 y fue colocando el dinero en Bancos, en la Bolsa de Londres, Inversiones en “Anthony Gilbsson & Valores Gilbs”, Cédulas Hipotecarias del Banco Nacional de Argentina, Valores, Bonos del Tesoro de Sao Paulo…
Al fallecer Fernando Cabrera, el heredero, que además fue el que más se atrevió a darse por afectado, el Marques de Viana quedó tranquilo con sus herencias y vivió una gran vida.


                              


Ahora tenemos otra gran preocupación y es que, se ha comentado y publicado en distintos medios de comunicación, el movimiento existente  en los Registro de la Propiedad con las fundaciones y Obras Pías.

Mi preocupación es porque nuestra familia tenía Obras Pías  en toda España, como hemos visto en el archivo, existen en: Jaén, Sevilla, Murcia, Cartagena, Madrid, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Plasencia, Burgos, Victoria, Álava, Vizcaya, Canarias.

Difícilmente, dada mi edad y condiciones físicas, no podré en esta ocasión investigar la Obras Pías que hay fuera de Córdoba y así no poder ayudar a la familia, como en tantas ocasiones  lo he hecho.

 

¡Pero bueno……. Dios dirá!


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